De las treinta y tres especies de Phalacrocoracidoes existentes en el mundo, tres de ellas crían en Europa: el moñudo, el pigmeo -al cual ya me referí- y el grande objeto de este trabajo.
Los cormoranes son aves acuáticas con cuello y cola largos, pico ganchudo y pies palmeados; el color de su plumaje es oscuro. Vuelan con el cuello extendido y la cabeza mantenida por encima de la horizontal a veces en disposición lineal o en forma de uve.
De una longitud de noventa centímetros, el cormorán grande es el mayor de los cormoranes europeos, tiene una envergadura de ciento cuarenta centímetros. Cuando nada el cuerpo se encuentra muy hundido en el agua y a veces lo vemos posado durante horas con las alas abiertas sobre cualquier objeto que sobresalga del agua.
Habita en las aguas costeras, los estuarios, lagos interiores, salobres o dulces.
En tiempos pasados fue perseguido por considerarlo perjudicial para la pesca. Con el fortalecimiento de las medidas de protección de la Naturaleza, el cormorán grande está más protegido.
Cría en acantilados costeros, cerca de los lagos y ríos, en árboles y arbustos. El nido es un montón de algas marinas y ramas, pero cuando lo hace en tierra adentro construye estructura más sólidas de ramas tapizadas con grandes hojas.
En este nido deposita la hembra de tres a cuatro huevos; son subelípticos. La cáscara es de color azul pálido con una capa externa de color blanco yesosa que oculta la mayor parte de la capa interna. En tiempo muy caluroso los padres suelen traerles a gua a los polluelos.
Normalmente pesca cerca de tierra, zambulléndose desde la superficie y capturando los peces nadando debajo del agua.
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